Saludo de Semana Santa

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Estimada Comunidad LCA:
 Hoy celebramos la Cena del Señor, un momento clave para la historia de la humanidad. En esta fecha recordamos la Última Cena del Señor, donde dejó numerosas enseñanzas para todos, desde el lavado de pies hasta la entrega más sublime que es dar la vida por los demás, dejando instituida la Sagrada Eucaristía que se revive en cada Misa a la que asistimos. Es una despedida, un cierre de lo que fuera un mensaje apostólico muy profundo y al mismo tiempo es el inicio de una expresión única y verdadera como es el Cristianismo, que a partir de un día como el que hoy recordamos, cambió la historia de la humanidad para siempre.

En estos momentos nuestros niños y niñas están recordando ese momento mágico compartiendo entre ellos el Pan y la Uva, símbolos inefables de la presencia permanente de Jesús en nuestra mesa y la Sagrada Eucaristía. Con este acto nos preparamos espiritualmente para vivir un Viernes Santo, un Sábado Santo, y un Domingo de Resurrección donde renovamos la certeza que tenemos en Jesús venciendo a la muerte, al tiempo, al mundo, pero con humildad, amor y total entrega hacia la misión redentora que nos trajo.

Esperamos que esta Luz que brota con gracia abundante en estos días, llegue a cada uno de vuestros hogares, para que renovemos los votos y la adhesión al mensaje que Jesús nos entregó: que nos amemos unos a otros, que aprendamos a poner a Dios por sobre todas las cosas, que amemos al prójimo como también a nosotros mismos. La única ley verdadera en el plano espiritual es la Ley del amor, y no existe mejor encarnación de ese amor que el que Cristo Jesús nos entregó con su mensaje, con su vida y con su legado.

Que esta Pascua sea Bendecida y luminosa para cada uno de los integrantes de nuestra Comunidad y para sus seres queridos.

Que el Señor les Bendiga siempre.